Televisión

7 razones por las que triunfa (o no) OT

El programa Operación Triunfo interrumpió de forma abrupta sus emisiones en 2011 tras poco más de un mes con audiencias insuficientes para un programa no precisamente barato. Era la octava edición y la quinta que emitía Telecinco, después de tres primeras ediciones en el primer canal de TVE. Desde el final de OT 2011 han tenido que pasar casi 7 años para que volviera el formato y lo ha hecho a la cadena que lo vio nacer. A pesar de que Tinet Rubira, director del programa desde sus comienzos, anunciara que habría un OT 2012 en Telecinco esto no llegó a producirse nunca. ¿Por qué naufragó aquella edición maldita del programa que pretende formar y lanzar al estrellato en el mundo de la canción a sus concursantes? ¿Por qué está teniendo un renovado éxito tras su regreso a las pantallas de nuestra televisión? Estas son las preguntas que voy a intentar responder.

Es casi la pregunta del millón, pero hay elementos suficientes para analizar errores y aciertos en ambas ediciones. El éxito o fracaso de un programa de televisión nunca depende de una sola cosa. Sería, por tanto, complicado hacer este análisis que me propongo teniendo en cuenta todos los factores que intervienen. Es obvio que un parón tan prolongado en un formato de éxito como este siempre le vendrá bien. La nostalgia ha podido arrastrar a muchos espectadores a esta nueva generación de OT. A ello ha contribuido el reencuentro de concursantes de su primera edición, que han tenido un polémico protagonismo en esta. Concursantes de otras ediciones posteriores se han quejado de estar siendo ninguneados por el programa, que solo está contando con aquellos que bautizaron el programa.

‘Operación Triunfo’ vuelve a evidenciar la importancia de esa parte de la audiencia formada por ‘conectores’ en redes sociales

La estratificación de las audiencias confirma el fenómeno nostálgico. Al contrario de lo que cabría esperar el grueso de la audiencia no son los más jóvenes sino público más maduro, probables espectadores de los inicios que asisten complacidos a este renacer. Pero el programa está siendo también un éxito en el impacto social en redes, lo cual rebaja su edad y vuelve a evidenciar la importancia de esa parte de la audiencia formada por ‘conectores’, espectadores que no son necesariamente ‘influencers’ pero que hacen igualmente de ‘prescriptores’ en redes sociales y arrastran a muchos otros a ver un programa para no perder comba de los comentarios en su timeline.

Con todo, algo bueno habrá hecho el equipo del programa para merecer el buen resultado que está teniendo esta vuelta de Operación Triunfo. Para intentar analizarlo me voy a basar en los errores más importantes de la última edición para comprobar si han sido corregidos y, por tanto, podemos encontrar ahí explicación a lo sucedido. Tuve el placer de comentar en la página oficial del programa en Telecinco la sexta edición (2008) del programa, en un apartado denominado ‘El metrónomo’. Es algo poco conocido, pero que nunca he ocultado. Fue mi primera toma de contacto con esa casa, adelanto de la incorporación de El Gato encerrado a la web del canal de Fuencarral, procedente de esta misma página.

De aquella experiencia conocí algunos detalles sobre el funcionamiento del programa. No repetí la siguiente edición porque coincidió con Gran Hermano. Tampoco lo hice en la edición malograda por lo mismo y por una de las razones que después detallaré como parte de sus errores. En todo caso, algunos de esos errores que ahora comentaré fueron explicados con cierto detalle de forma pública por fuentes oficiales del departamento de comunicación de Mediaset. Y otros son bastante obvios. Quiero decir con esto que no pretendo descubrir la pólvora, tan solo refrescar un poco la memoria de todos.

1. El importante papel del presentador

En OT 2011 se decidió cambiar de presentador. En la cadena pública lo fue Carlos Lozano, al que sucedió Jesús Vázquez en Telecinco. Tras cuatro ediciones, Vázquez era sustituido por Pilar Rubio. La presentadora, incorporada poco antes a ese canal, había tenido alguna buena experiencia con formatos semejantes. Sin embargo, en OT se la veía perdida. Después supimos que el programa la había abandonado a su suerte. Se cuenta que Tony Cruz, productor y creador del programa junto a Josep Maria Mainat, decidió boicotear su propio producto por algunas divergencias con la dirección del canal y Pilar Rubio fue una de las principales víctimas de esa postura. Basta decir que no le pusieron pinganillo a la presentadora ni utilizaron marcas para que tuviera claro dónde situarse en el plató.

Pilar Rubio no estuvo bien dirigida y hubo de soportar los efectos de un boicot por parte del propio programa

Roberto Leal, actual presentador, más del estilo de Carlos Lozano, sí utiliza pinganillo y está siendo debidamente dirigido. Lozano ha criticado veladamente la labor de su compañero, al que acusa de copiar algunas de sus expresiones, como eso tan fijado en la memoria colectiva de «cruza la pasarela». Y es que Leal, al igual que Lozano, responde al tipo de presentador campechano, que empatiza con los concursantes y se preocupa por ellos. A la labor de Vázquez es imposible ponerle ni un pero. Tanto Vázquez como Rubio responden a otro perfil de presentador, igualmente válido. El problema no es ese, sino que esta última no estuviera bien dirigida y hubiera de soportar los efectos de un boicot por parte del propio programa.

Presentadores de OT

2. Ida y vuelta de Tinet

Tinet Rubira había abandonado Gestmusic Endemol, la productora de OT, poco antes de comenzar la edición de 2011. De forma apresurada fue reclamado y se incorporó de nuevo al equipo durante esa edición en el puesto de director de la productora. Ya era tarde, el programa estaba herido de muerte. En 2017 Tinet sigue siendo una pieza importante en esa productora, conservando el puesto de director. Su implicación en OT 2017 ha sido clave, llegando incluso a ser muy activo en su cuenta de Twitter. Esto le ha provocado más de un quebradero de cabeza por alguna respuesta algo impulsiva, lo cual tal vez no beneficie demasiado al programa ni a su propia imagen. No obstante, se puede tomar en consideración a Rubira como una figura clave en el fenómeno OT.

3. El siempre polémico jurado

Risto Mejide fue apartado del jurado de OT tras sus enfrentamientos con Ángel Llácer y Jesús Vázquez. Una decisión salomónica de Cruz y Mainat les llevó a apartar a Llácer de la dirección de la academia y a Mejide de su silla en el jurado. Tampoco siguió Vázquez presentando, como queda dicho anteriormente. La polémica con el presentador fue más visible y todavía se recuerdan las duras palabras que le dirigió a Risto. «Tu eres el ‘pinche’ jurado que dice lo que le dicen que tiene que decir», llegó a espetarle, dejando al descubierto una parte desconocida del funcionamiento del programa, relativa al papel del jurado. Un papel más de cara a la galería que otra cosa. Al jurado en OT 2011 le faltaba carisma y le perjudicó que fueran haciendo pruebas y cambiando sus miembros durante las pocas semanas que duró la edición.

La productora no hizo caso a la petición de que estuviera Risto Mejide en el jurado

Desde Telecinco se pidió que estuviera Risto Mejide porque su presencia en el jurado garantizaba polémica y eso siempre beneficia a un talent show. No hicieron caso los productores y eso también puede explicar la falta de seguimiento de aquella edición. En OT 2017 el rol de jurado impertinente se lo reparten entre el promotor de conciertos Joe Pérez-Orive y la cantante Mónica Naranjo. Digamos que ambos son versión ‘Hacendado’ de Mejide, aunque personalmente agradezco que su tono sea más correcto y menos desagradable. Lejos de esquivar la polémica con el jurado el programa la ha promocionado. Para ello no han faltado las oportunas preguntas del presentador a Noemí Galera, directora de la academia y jurado en las ediciones anteriores, durante la conexión que hacen en las galas con la academia.

Jurados de OT

4. La narración del progreso de los concursantes

Está en discusión el resúmen diario de realities. Su ubicación ha ido perdiendo protagonismo, relegados a canales de TDT en el tercer nivel de las audiencias. Operación Triunfo es un talent al que se le añade un importante componente de reality, por lo que también ha tenido siempre resúmenes. En 2011 empezaba a cambiar la mentalidad al respecto, y en 2017 tampoco han podido resistir en el primer canal público tras un primer intento. Finalmente fueron a parar a la medianoche de Canal Clan. Peor horario y canal con audiencias mucho más discretas.

Tampoco acertaron en 2011 con los vídeos de las galas, que en lugar de reflejar el trabajo de los alumnos en la academia, sus progresos y el esfuerzo de aprendizaje y superación, ofrecían anécdotas sin importancia, conflictos o tramas carpeteras entre concursantes. Lo peor fue que cambiaran su estilo narrativo, incorporando una ‘voz en off’ que resultaba extraña por inusual, además de innecesaria. Solo los resúmenes de la primera edición de Gran Hermano habían tenido narración de voz, algo corregido de forma temprana por la madre de todos los realities.

El tema carpetero ha sido aprovechado, aunque tratándolo siempre con naturalidad y un inteligente disimulo

La presente edición no ha estado a salvo de la tentación de ofrecer cierto tipo de vídeo humorístico donde se muestra de algunos concursantes su afición por la miel o los problemas para hacer de vientre habiendo otros compañeros cerca del retrete. Pero la presencia de este tipo de vídeos ha sido minimizada, conviviendo con una mayoría que muestran el trabajo académico durante la semana. Y el tema carpetero ha sido aprovechado, aunque tratándolo siempre con naturalidad y un inteligente disimulo.

5. El nivel de los invitados

Los productores se comprometieron en OT 2011 a llevar primeras figuras mundiales de la canción para actuar en las galas. En lugar de actuaciones como la de Lenny Kravitz, que había visitado el programa en 2005 (primera edición en Telecinco) apareció Sergio Dalma. El plantel de invitados no estaba a la altura y transmitía la sensación de estar ante una edición low cost. En OT 2017 se repite el mismo error. De nuevo Sergio Dalma y otros cantantes más o menos de actualidad en España, pero nada de grandes figuras internacionales. El éxito actual no se puede achacar a esto ni a otras características que igualmente denotan un más bajo presupuesto: la academia era antes el doble de grande, e incluso el plató tiene ahora unas dimensiones más modestas.

Invitados de OT

6. Coincidencia con otros realities

Tener dos realities en antena significa penalizar a uno de ellos. En 2011 no fueron dos sino tres porque estaba todavía en emisión Fama a bailar en Cuatro. Pero la gran competencia se produjo entre Operación Triunfo y Gran Hermano. Esto es especialmente grave cuando ambas propuestas coinciden en el mismo canal. Telecinco siempre ha retroalimentado su programación con contenidos de sus realities. Los programas que se nutren de ese contenido se ven obligados a elegir entre un programa y otro a cuál dedicar más atención.

OT y GH se canibalizan entre sí cuando coinciden en antena, y parece que solo uno puede salir ganador

En 2011 el talent de cantantes fue la víctima de la coincidencia de OT y GH, mientras que en 2017 ha sido perjudicado el concurso que tiene lugar en la casa de Guadalix. Aunque no coincidieron durante las primeras semanas de GH, lo cierto es que la expectación por OT logró eclipsar en alguna medida la que había generado una nueva edición del reality que inauguró este nuevo género televisivo. Los dos programas se canibalizan entre sí y parece que solo uno puede salir ganador. Tampoco benefició a OT 2011 la emisión de las galas en domingo, día de menor consumo televisivo, regresando en 2017 al lunes, su día más tradicional.

El plató de OT

7. Emisión 24 horas

Lo he dejado para el final, pero en mi opinión es la razón principal de la debacle que sufrió OT en 2011: la falta de emisión 24 horas. Igual que ha sucedido en el arranque de GH Revolution en 2017, que comenzó sin 24 horas, aquella edición de OT no incorporó el tradicional canal que ofrece en directo lo que sucede en la academia. Es cierto que el de OT no es un canal 24 horas estrictamente, ya que nunca se ofrecen imágenes de la zona de noche donde duermen los concursantes y estos tienen que salir cada semana de la academia para ensayar en plató o la propia noche de la gala. En la actual edición esto ha sido resuelto mejor que nunca, ofreciendo redifusiones del directo e incluso imágenes de cámaras portátiles cuando los concursantes se dirigen en autobús al plató, que está a pocos metros de la academia.

Intentar ofrecer Operación Triunfo sin canal 24 horas es un error mayúsculo

Después de un buen puñado de ediciones de OT, la audiencia se había acostumbrado a que existiera un canal 24 horas. Se asocia a ello el formato y muchos no lo conciben sin esa importantísima característica. Intentar ofrecer Operación Triunfo, al igual que pasa con Gran Hermano, sin canal 24 horas es un error mayúsculo, y hay pruebas suficientes en las que sustentar esta categórica afirmación.

En el plano personal, esta fue la razón por la que ni llegué a pensar en comentar OT 2011, tal como decía al principio de este escrito. Sí decidí hacerlo en GH Revolution, pero esa es ya una historia diferente de la que hablaré en otra ocasión.

24 horas de OT

David Cano es creador y editor de laGatera, fundador e impulsor de Atomible, autor del blog El Gato encerrado en telecinco.es, además de colaborar en el programa MorninGlory en Radioset y BeMad. Realiza labores de analista de social media y bloguero freelance.

  • A David se le ha olvidado incidir suficientemente en el papel de las redes sociales en este OT. El hecho de que los concursantes usen móviles para subir cosas a Instagram, Facebook, youtube… está consiguiendo un afianzamiento del programa.

    • El enfoque del artículo es analizar si se han corregido o repetido los errores de OT 2011 en OT 2017. Por tanto, no hay olvido sino que simplemente el asunto que refieres no encaja en el objetivo de este artículo.

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