Yahoo abandona disimuladamente el púrpura
Hoy Yahoo estrena nuevo logotipo y lo que más me llama la atención es la renuncia definitiva al color púrpura, que tanto ha identificado a la marca en los últimos años. La asociación de Yahoo con el púrpura llegó a ser tal que cuando compraron Tumblr a principios de este año, David Karp (fundador y director ejecutivo de la empresa) declaró: “No nos estamos volviendo púrpura”. Con eso bastó para que todo el mundo entendiera que aunque se habían vendido a Yahoo, iban a mantener la independencia en la gestión.
El color púrpura siempre ha simbolizado el poder. Ha sido asociado a reyes, políticos, magistrados y poderosos económicamente. Era el color de los trajes de los patricios romanos y así sigue siendo la sotana de los cardenales. En la religión simboliza la fidelidad hasta el martirio. Los antiguos fenicios ya se las idearon para triturar caracoles marinos con el fin de fabricar un carísimo colorante púrpura.
También es el púrpura, y toda la gama de morados o violetas, un color vivo, distintivo de lo divertido. En la paleta se fusiona con el azul, color predominante en Internet, utilizado para sus logos e imágenes corporativas por Facebook o Twitter, y en menos medida por Google. El azul dominó Internet desde que en sus comienzos los enlaces eran pintados por defecto de ese color. Es la opción menos comprometida. Digamos que el azul combina siempre bien, viene a ser como el pantalón de franela en los trajes clásicos, elemento imprescindible en cualquier armario de un hombre, porque nunca se equivocará al elegirlo.
El azul cansa, pero no comporta el riesgo del púrpura. Casi nadie querrá asociar su marca o servicio preferido de Internet al poder. No queremos verlos como reyes sino todo lo contrario. Internet nos sitúa a todos en un plano de igualdad, algo absolutamente contradictorio con el púrpura de los poderosos. Como dice John Brownlee:
Para Yahoo, el púrpura representa la imaginación y la innovación, pero para muchos de nosotros va contra el igualitarismo implícito de la Era Digital.
Todo indicaba que Yahoo mantendría el púrpura en su nuevo logo. Durante el verano han estado haciendo el juego de proponer cada día un logo nuevo (aquí todos los publicados), hasta llegar al día de ayer, cuando se iba a presentar en sociedad el auténtico, como así ha sido. Todos esos logos mantenían lo que para muchos eran dos grandes inconvenientes, lo peor de la imagen corporativa de la empresa que comenzó a dirigir hace poco más de un año la joven Marissa Mayer. Estos son el color púrpura y el signo de admiración final. Algunos le añaden el yodel, ese canto tiroles tan famoso como indescriptible.
Pues bien, ignoro si seguirán utilizando el canto en cuestión (aunque lo han hecho aparecer en el vídeo de presentación del nuevo logotipo), pero ya sabemos que aunque mantienen la admiración final (en inglés no existe el signo de apertura), han decidido abandonar de forma discreta el púrpura. Digo que lo hacen casi disimuladamente porque en las explicaciones oficiales se destacan otras cosas, pero no he visto hacer referencia a esto. Se habla de la ausencia de líneas rectas como “un toque humano”, los trazos de grosor variable, la fuente sin rasgo (sans serif) y con bordes, los distintos tamaños de cada letra sobre una base también variable que huye de la horizontalidad total, las mayúsculas, las dos oes como dos ojos o esos 9 grados de inclinación del signo de admiración para darle un toque de fantasía (en la web americana la admiración salta y recorre el logo antes de quedarse definitivamente en su sitio)… todo menos el púrpura reconvertido a azul.
Es cierto que se trata de un azul fronterizo con la gama de los morados, pero no cuela. Ya no hay púrpura, si acaso un azul amoratado suficientemente oscuro para que no se aprecie el refulgir del poder tras la imagen. Ese movimiento por la escala de colores es discreto, apenas consiste en un ligero desplazamiento al azul. Suficiente para abandonar la obcecación con el púrpura, lo cual se había convertido casi en un acto contestatario, una especie de reivindicación de la diferencia. Yahoo no es uno más, por eso huimos del azul que unifica a los otros, parecían querer decir. Ahora bien, eso se acabó. Aunque no digan nada en la presentación de esta nueva imagen de la compañía, han decidido unirse al rebaño.
Este logo, ya dentro del rebaño de seriedad y madurez con el que pretenden ser identificados, mantiene cierto sentido del humor como un guiño a su pasado. El proceso impuesto por Mayer no es del todo usual y me convence en sus motivaciones. En lugar de empezar cambiando el logotipo, para ir modificando y mejorando después sus servicios y herramientas, han decidido hacerlo al contrario. Primero nos damos un año para mejorar, y cuando ya estemos en disposición de demostrar que queremos ser una empresa moderna que ofrece buenas alternativas, entonces le damos un toque de distinción a nuestro logo. ¡Bien por ello!
Mantener las mayúsculas es discutible, aunque tal vez pretendan así seguir transmitiendo la fortaleza que les otorgaba el púrpura. Por otro lado, el dinamismo de sus líneas curvas de grosor y tamaño variable le quitan seriedad a las mayúsculas. Personalmente detesto el relieve que han querido dar a la fuente, con esas sombras que parecen del pasado en lugar de un futuro que se pinta plano en cuanto a tendencias de diseño. En Apple piden ya a los desarrolladores de aplicaciones que adapten sus logos al iOS 7, nueva versión del sistema operativo en sus dispositivos portátiles, porque lo que se impone ahora son los colores planos y huir del skeumorfismo. Tal vez quieran con ese detalle, acompañando a lo irregular de las formas, mantener cierto aroma contestatario. Pero el púrpura ya no es púrpura.
El diseño de este nuevo logo de Yahoo es un trabajo de Bob Stohrer, Marc DeBartolomeis, Russ Khaydarov y Max Ma. Este último es también autor del vídeo de presentación con el que termino esta anotación.